Los dientes rotos son una de las urgencias más comunes en Odontología. Aunque este tipo de emergencia suele relacionarse con los niños y sus dientes de leche, lo cierto es que también es muy común entre los adultos. La reconstrucción de dientes rotos es una práctica odontológica muy habitual por lo tanto, pero requiere de unos consejos previos para que podamos tomar las precauciones adecuadas al respecto, ya que después tendremos que someternos a la mano experta y al instrumental del especialista en las mejores condiciones posibles para facilitar esa reconstrucción.
Existen diversos tipos de fracturas de dientes, cada una con un tratamiento distinto. Veamos algunas de las más habituales:
- Fractura completa del esmalte, aunque sin pérdida de la estructura del diente. En este caso, se graba el esmalte y se sella con resina composite.
- Fractura del esmalte, con pérdida de estructura del diente propiamente dicho. En este caso, es preciso conservar el fragmento que se ha desprendido del diente, para que así luego el especialista pueda adherirlo. La zona se pule y se restaura con resina composite, siempre dependiendo de dónde se localice la rotura y de cuán extensa sea esta.
- Fractura del esmalte, con pérdida de estructura dental pero sin pérdida de estructura pulpar (es decir, del interior del diente). En este caso, también es preciso conservar el fragmento dentario desprendido para que se pueda adherir. También se reconstruirá la corona dentaria con material de restauración estética.
- La llamada fractura amelodentinaria, con pérdida de la estructura del diente y exposición del tejido del interior de la pieza. Se recubre el tejido de la encía para asegurar su futuro desarrollo, y para esta tarea se utiliza hidróxido de calcio.
- Fractura qué afecta tanto a la corona y a la raíz dentaria, como al esmalte, el cemento de la raíz del diente (cemento radicular) y a la capa de marfil del diente (dentina) y con pérdida de la estructura dentaria, pero sin afectar a la pulpa. Esta rotura se somete a un tratamiento de urgencia, estabilizando el diente afectado y sus aledaños, para así evitar daños mayores.
En resumen, aunque el hecho de que se te rompa un diente pueda parecerte grave o escandaloso, lo cierto es que le sucede a muchas personas.
Por tanto, el mejor consejo que te podemos dar es que mantengas la calma y visites a tu dentista lo antes posible. Aparte de la función que realizan durante la masticación, los incisivos centrales tienen un gran valor estético.
Aún así, no te preocupes. Hoy en día la Odontología tiene muchos recursos para arreglar este tipo de percances. Y, en muchas ocasiones, la solución pasa por conservar tu diente natural. Para reparar dientes rotos, es necesario conservar la parte de la pieza que debe adherirse.
Eso sí, te recomendamos que intentes prevenir la rotura de un diente lo máximo posible. Por ejemplo, puedes utilizar férulas de protección cuando hagas deporte o cualquier otra actividad de contacto.